1 de agosto de 2010

Un clásico, un maestro

Un poeta que, a pesar de ciertas tosquedades, me gusta y admiro mucho, no sólo por su obra, que es digna de ser recordada y visitada, si no también por su tremenda y azarosa vida. Aquí, uno de sus poemas más famosos, en momentos en los que «Avanti» es casi una orden para mí: 


¡AVANTI!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas;
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.

Obcecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellen los garfios de la suerte...

¡Todos los incurables tienen cura
cinco minutos antes de la muerte!

Almafuerte
Siete sonetos medicinales

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